Hemos tenido el honor y el privilegio, como aficionados a la tauromaquia, de ser recibidos para visitar el histórico y emblemático cortijo Pino Montano, comprado por Joselito «El Gallo» y que, tras su muerte en Talavera, pasó a ser propiedad de Ignacio Sánchez Mejías, cuyos descendientes mantienen con orgullo y respeto tan digna herencia.
Nos acompañaron en la visita, además de la familia Ruiz de Alda, Ignacio Sánchez Mejías y el matrimonio formado por Fidel Carrasco y Carmen del Castillo, quienes, con paciencia y mucha dedicación, han ido poniendo en valor y realce la figura de Joselito «El Gallo» durante estos últimos años, con la edición de tres libros que destacan, aún más si cabe, su compromiso con la tauromaquia.
Igualmente, cabe destacar —para incidir en el ámbito cultural— la labor como mecenas que, en dicho cortijo, desarrolló Ignacio Sánchez Mejías, reuniendo a la histórica Generación del 27, que pasó allí largas jornadas.
Al concluir la visita, tuvimos la ocasión de seguir hablando de toros en el restaurante Las Piletas, sede social de nuestros actos.
Una tarde-noche que, sin duda, quedará en nuestra memoria.
